Cuando se trata del aprendizaje se dice que los niños son como esponjas. Puedo asegurar que este dicho es cierto, y además en muchos otros aspectos diferentes del aprendizaje. Los niños te absorben la energía, te absorben el tiempo...
Desde que soy madre ya no sé lo que es el tiempo libre, ya no tengo tiempo para dedicar a nada a excepción de mis hijas... Siempre me ha gustado estudiar, leer, echar un ratito en el ordenador, pero ahora es imposible; ni puedo hacer cursos, ni puedo leer ni siquiera una triste revista, ni puedo dedicar tiempo al blog.
Acuesto a las niñas y caigo en el sofá, hago un esfuerzo y me levanto (porque veo lo que me va a pasar en unos minutos), recojo un poco la casa, la cocina, ceno y vuelta al sofá, miro a ver si hay algo interesante en la tele y... ya no recuerdo nada hasta que me despierto por la madrugada con dolor de cuello y me voy a la cama... No siempre es así, a veces reacciono y me voy directamente a la cama.
Cómo Claudia y Celia (sobre todo Celia) me absorben tanto he decidido llamarlas Bob Esponja1 y Bob Esponja2!! en parte también, en honor a estos dibujos la mar de divertidos y que a ellas les encanta. Por favor, quiero una burguer cangreburguer que me reanime!!
Hoy he conseguido aguantar, he tenido que buscar la clave de nuevo y aquí estoy...
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